Especial (El Destape).- Un programa simulando ser mago, las redes sociales, un boliche bailable y un local de comidas están en la mira de la investigación por los movimientos que hacía Germán Kiczka y su hermano Sebastián.
Mientras la Justicia pide colaboración para encontrar al ex diputado de Misiones Germán Kiczka y su hermano Sebastián, quienes podrían haberse fugado por un paso clandestino de la Triple Frontera, los investigadores de la causa -a cargo del juez de instrucción N° 4 de la localidad de Apóstoles, Miguel Ángel Farías (quien ordenó su detención)- analizan la vida del joven político investigado por tenencia y distribución de material de explotación sexual infantil en busca de datos, ya que sospechan que podría esconder delitos mayores.
Uno de los análisis se centró en las redes sociales del dirigente político perteneciente a La Libertad Avanza (LLA). Allí descubrieron que en plena pandemia, el ahora ex diputado realizaba a través de YouTube un programa para niños llamado “El show de Magia del tío Germán”. Esos programas se realizaron entre mayo y agosto del 2020 y estaban orientados al público infantil. Los investigadores determinaron que son seis los videos donde realizaba trucos de magia y juegos y donde también participaba su hermano, que también está prófugo por la misma causa. Ahora analizan los chats y contactos que pudieron surgir de esos videos ya que sospechan que podría tratarse de una forma de captar víctimas en el marco de una posible red de pedofilia internacional, integrada por los hermanos buscados.
Fuentes judiciales aseguraron a El Destape que los análisis sobre las redes de Germán y Sebastián Kiczka son parte del “análisis de todas las posibilidades y vínculos que pueden haber tenido y que tipo de delitos pueden haber cometido”, teniendo en cuenta que de las pericias surgen datos escalofriantes, casi a modo de confesión. “En uno de los teléfonos cuentan que bajaron una aplicación para ver contenido sexual de menores y para chatear con chicos, es escalofriante leer los informes”, detalló la misma fuente a este medio.
Además, los especialistas peritaron varias conversaciones e intercambio de mensajes de Sebastián con adolescentes donde hablaba puntualmente de la barra de un local de venta de comida y de las edades de las eventuales víctimas. En ese contexto, identificaron un comercio que figura a nombre del padre de Germán y Sebastián Kiczka y que también fue analizado. Ese lugar, creen los investigadores, funcionaba como centro de encuentro donde los hermanos que manejaban la pizzería, “sentaban en la barra a los hijos de amigos o conocidos mientras los padres tomaban algo, el pueblo está conmocionado”, relató la intendenta de Apóstoles, María Eugenia Safrán.
Los peritos identificaron que los hermanos Kiczka tenían un local que, hasta la pandemia, funcionó como boliche bailable. La cara visible del local, llamado “Estudio 55”, era Sebastián y no volvió a abrir después de aislamiento obligatorio, aunque siguió funcionando para fiestas privadas. Esas fiestas quedaron plasmadas en el expediente a través de uno de los chats investigados donde Sebastián habla con un grupo de amigos llamado “Los Verdaderos” y alguien dice que van a llenar el lugar de menores y hacerle descuento a padres que vayan con sus hijos.
Ahora, la Justicia extendió la búsqueda de Germán y Sebastián Kiczka a través de un pedido a Interpol y de emitir la alerta roja. La mayor sospecha es que salió del país por un paso clandestino y que podría estar en Brasil o Paraguay, aunque no descartan que, una vez fuera del país, pueda llegar hasta Europa en busca del apoyo de una hermana que vive en España.