El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) implementó cambios significativos en su esquema de cobertura de medicamentos, según la obra social, buscando la sostenibilidad del sistema.
Bajo la Resolución 2431/24, con la firma del Director Ejecutivo Esteban Leguízamo, se modificó la disposición original, impuesta por el gobierno de Macri en 2017, que establecía «parámetros para acceder a los medicamentos al 100% de cobertura por razones sociales» tal como tener ingresos iguales o menores a 1,5 haberes previsionales mínimos, no contar con prepaga, no ser propietario de más de un inmueble o poseer una aeronave o embarcación de lujo y justificando un gasto igual o mayor al 5% de los ingresos percibidos.
De esta manera, a partir de agosto varios medicamentos que anteriormente contaban con gratuidad total verán reducida su cobertura a un rango entre el 40% y el 70%, lo que representa un ajuste importante en los beneficios para los jubilados y pensionados.
Esto se debe a una nueva resolución de ANMAT, por la cual algunos medicamentos que antes eran bajo receta pasaron a ser de venta libre, por lo que la obra social de jubilados dejó de darles tratamiento de esenciales.
Al respecto, la secretaria general de la Confederación Farmacéutica Argentina, Claudia Martino, sostuvo: «Muchas moléculas que antes solamente eran bajo receta, como son los prazoles, pasaron a ser de venta libre, pero sin embargo, algunas se conservan bajo receta. En PAMI, en el plan Vivir Mejor, se sacó los prazoles, los omeprazoles y de cubrir el 100% hoy se cubre un 40 o 50%».
Aunque remarcó: «pero aquel que necesite realmente y sea de uso crónico, hace un trámite por la resolución y todavía se lo siguen entregando».
La jubilación mínima en agosto de 2024 fue de $225.497, pero la Defensoría de la Tercera Edad calcula la canasta básica de un jubilado en un valor de $800.000 mensuales. Aún tomando en cuenta el bono de $70.000 ($295.000 totales), queda muy por debajo de lo necesario para cubrir los gastos básicos.