Estados Unidos quedó conmocionado tras un grave accidente aéreo ocurrido la noche del miércoles en Washington D.C. Un avión comercial de American Eagle, que operaba el vuelo 5342 desde Kansas, colisionó con un helicóptero militar Black Hawk mientras se aproximaba al aeropuerto Ronald Reagan. En total, 67 personas iban a bordo del avión y tres en la aeronave militar.

El impacto ocurrió a las 20:48 (hora local) sobre el río Potomac. Aunque las autoridades no han confirmado el número exacto de víctimas fatales, han informado que no se han encontrado sobrevivientes hasta el momento. Equipos de rescate continúan operando en la zona, donde el avión permanece partido en dos y el helicóptero yace invertido bajo el agua.


El jefe del Servicio de Emergencias de Washington, John Donnelly, describió la operación como «extremadamente compleja» debido a las bajas temperaturas y las fuertes ráfagas de viento en el río. La alcaldesa Muriel Bowser detalló que unas 300 unidades de emergencia, incluidos bomberos, policías, ambulancias y equipos de rescate acuático, trabajan en la búsqueda de víctimas.



El expresidente Donald Trump criticó duramente a las autoridades de control aéreo por no haber evitado la colisión. «El cielo estaba despejado, las luces del avión encendidas. ¿Por qué el helicóptero no subió, bajó o giró? Esta es una situación que debería haberse evitado», escribió en Truth Social.
Al momento del accidente, la temperatura exterior era de 4°C, lo que reduciría significativamente las posibilidades de supervivencia en el agua. El operativo de rescate se coordina principalmente desde la base militar de Anacostia-Bolling.