El desconcierto crece en Chile tras el apagón masivo que, desde la tarde del martes, dejó sin suministro eléctrico a casi el 80% del país. Aún no se han determinado las causas exactas del corte, mientras que las medidas adoptadas por el gobierno incluyen el estado de excepción, toque de queda y suspensión de clases.

El impacto fue inmediato. A medida que avanzaba la jornada, se suspendieron eventos como la tercera noche del Festival de Viña del Mar y se ordenó el cierre preventivo de colegios. Incluso, se evalúa la posibilidad de cerrar aeropuertos si los sistemas de emergencia superan sus tiempos de reserva.


Más de 19 millones de personas quedaron sin electricidad, desde la región de Arica, en el extremo norte, hasta Los Lagos, en el sur. Las actividades cotidianas se vieron interrumpidas desde las 15:00, afectando servicios de telecomunicaciones, señalización urbana y el transporte público, incluido el metro de Santiago, que tuvo que evacuar a todos sus pasajeros y suspender su operación.



El Coordinador Eléctrico de Chile informó que el problema se originó a las 15:15 debido a «una desconexión del sistema de transmisión de 500 kV en el Norte Chico», específicamente en la línea Nueva Maitencillo – Nueva Pan de Azúcar, entre Vallenar y Coquimbo. Las tareas de recuperación se han visto dificultadas por fallas en los sistemas de control remoto de algunas instalaciones.
En Santiago, donde residen más de 9 millones de personas, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, instó a la población a restringir el uso de datos móviles y priorizar mensajes de texto o WhatsApp breves para evitar la saturación de las antenas de telecomunicaciones.
Con el correr de las horas y sin una solución inmediata, el presidente Gabriel Boric decretó el estado de excepción por catástrofe en las regiones afectadas. «Nuestra principal preocupación es la seguridad de las personas», explicó la ministra del Interior, Carolina Tohá, al anunciar la restricción de circulación entre las 22:00 y las 6:00 del miércoles.
Pese a la gravedad de la situación, Tohá destacó que los servicios esenciales, como hospitales, transporte y telecomunicaciones, han logrado operar con respaldo energético, aunque con «fallas puntuales».
Ante la magnitud del apagón, considerado el más grande en 15 años, las autoridades han desplegado efectivos militares, carabineros y personal de la Policía de Investigaciones para garantizar la seguridad en las zonas afectadas.
En un mensaje a la nación, el presidente Boric aseguró que el gobierno tomará medidas contra las empresas responsables: «Lo ocurrido hoy nos indigna; no es tolerable que millones de personas sean afectadas por fallos en el sistema. Como Estado, haremos valer las responsabilidades».
El Festival de Viña del Mar, uno de los eventos más importantes de la región, también sufrió las consecuencias del apagón. La organización informó que la jornada programada para este martes se reprogramará para el 1 de marzo de 2025, en medio de un clima de incertidumbre sobre la normalización del suministro eléctrico en el país.