Antonio Emilio Markotic, uno de los emblemas históricos del Club Jorge Newbery falleció ayer en nuestra ciudad. El «Ruso» dejó una huella muy grande en el alma «aeronauta».

A los 70 años, Emilio Markotic falleció dejando una enorme congoja en toda la familia de Jorge Newbery. El «Ruso» fue emblema indiscutido del «Lobo» en gran parte de la década del 70 y parte de los 80.


Aguerrido, caudillo, siempre dejó cuerpo y alma por la casaca «aeronauta». Capaz de ponerse el equipo a sus espaldas cuando el resultado era adverso o defender una victoria parcial con el cuchillo entre los dientes.



La hinchada del «Lobo» aullaba cuando el «Ruso» ganaba aquellos duelos de titanes con el «Negro» César Laffitte. Eran chispazos entre dos tipos fuertes y que defendían cada camiseta con todo lo que tenían.
Después cuando terminaba el clásico, el saludo respetuoso aparecía de inmediato porque varias veces les tocó a ambos, defender la casaca de la Selección de Comodoro.
El «Ruso» era fuerte, imponente, firme. Una mole vestido de «aeronauta» que intimidaba aún más con la cinta de capitán en el brazo izquierdo.
«Me parece demasiado», dijo Emilio Markotic el domingo pasado cuando la dirigencia de Jorge Newbery le rindió un merecido homenaje al instaurar su nombre a la platea alta en el estadio del Lobo.
«Así como yo, hubo muchos jugadores que entregamos todo por el club», agregó Markotic, quien no sólo fue un león adentro de la cancha, sino que también mantuvo la pasión colaborando con la entidad hasta este último tiempo. En silencio, pero con una gran lealtad y cariño por el club.