El hecho fue descubierto en la madrugada del sábado, cerca de las 02:00, por personal de la Seccional Tercera que intervino en el salón de eventos Garufa ubicado en Manuel Arburua y calle Peral.
La policía acudió al lugar junto a personal de Protección Ciudadana y de Habilitaciones Comerciales, debido a que se estaba llevando a cabo una fiesta clandestina con menores de edad y venta de alcohol.
Al llegar, contestaron que en el salón había aproximadamente unas cien personas, entre ellos, cuarenta menores de edad.
Luego, se hizo presente el dueño del salón quien mostró la documentación habilitante correspondiente donde constaba que la capacidad del salón es para cuarenta personas.
Por tal motivo, el propietario accedió al cierre voluntario del local. De este modo, los concurrentes se retiraron por sus medios, haciendo constar que los menores, en su mayoría, fueron retirados por sus padres.